lunes, 14 de noviembre de 2016

Ya pasó la Elección, ¿y Ahora qué?
El mundo despertó el miércoles en la mañana con noticias asombrosas acerca de la victoria de Trump. Algunos Metodistas libres lloraron; algunos Metodistas celebraron. Pero aún aquellos que celebraron lo hicieron con una grave preocupación sobre la desaparición moral de su país. Para los que lloraron, parecía el fin de la vida tal como la conocemos.
Como sus obispos, queremos ofrecer palabras de orientación y ánimo para la iglesia:

1)    Los seguidores de Jesús son Buenos ciudadanos y patriotas, pero nuestra ciudadanía principal está en el reino de nuestro Dios; Él es nuestro Señor. Ni nuestra identidad, nuestro éxito está vinculado a ningún partido político o país. Somos “supraciudadanos” con la misma preocupación por el bienestar de todos los países como si fueran el nuestro.
¿Y qué? Nosotros no estamos entusiasmados por lo que pasa con nuestro gobierno; Cristo es el Señor. Estemos en paz.
2). Los seguidores de Jesús al perder, ganan. Es posible que suena demasiado crudo, pero Jesús ganó al morir, y nosotros vivimos sirviendo. Los seguidores de Jesús no toman el poder como el mundo lo conoce. No ganamos por la imposición de las leyes morales. Ganamos con la transformación desde adentro hacia afuera de hombres y mujeres, familias y comunidades.
¿Y qué? No se ganó ni se perdió nada en las elecciones. Todo lo que tiene significado eterno se gana por medio de un proceso de transformación. Tengamos paz.
3). La iglesia de Jesús prospera en medio de la persecución. La iglesia raramente prospera cuando la iglesia no tiene ninguna oposición. En nuestro auto-suficiencia, somos llevados al engaño de pensar que somos dioses.
¿Y qué? La iglesia acepta sufrir si eso nos purifica y nos hace testigos más fuertes del poder de Jesús en nuestras vidas. Estemos en paz en medio del sufrimiento.
4). En un mundo de enojo, división y conflicto, los seguidores de Jesús deben ser agentes de reconciliación. Pedro nos diría “sacerdotes”. Procuremos conocer personas que sean diferentes, hazte su amigo, defiéndelos en contra de los agresores
¿Y qué? Demuestra que las de los que no son como nosotros son importantes. Si somos blancos, eso significa que las vidas de los de color son importantes. Significa que las personas de otras religiones, incluido el Islam, son importantes. Significa que aquellos que no votaron como tú en la elección reciente son importantes. Tengamos paz.
5). En un mundo de ira y violencia que gira en torno de ciclos de miedo y de venganza, aterroriza a las personas y canibaliza a la humanidad, no viviremos de esa manera—ni en persona ni por las redes sociales. Amamos a nuestros enemigos. Oramos por los que nos persiguen. Pagamos bien por mal. De manera calmada y profética procuramos la gracia para amar y para hacer la paz, y si nos mata, confiar en la palabra de Jesús que hacer la paz marca a los hacedores
6). En obediencia a las Escrituras, oramos por los que están en autoridad sobre nosotros—civiles (Romanos) y espirituales (Hebreos) En lugar de quejarnos, o con argumentos resistir al liderazgo en todos los niveles, entendemos que nuestra mejor postura es la sumisión y buscar que la voluntad de Dios se realice no solo para nuestros líderes sino a través de ellos. Creemos, como el mismo Juan Wesley estaba tan convencido, con aquellos que nosotros amamos y con aquellos que consideran la vida y la política de forma diferente.
Los Metodistas Libres venimos de una tradición activista. Ponemos atención a nuestro contexto cultural, y defendemos lo bueno. Denunciamos el mal en todas sus formas y nos involucramos en cualquier manera, incluyendo la política, para hacer que el mundo sea más placentero al Dios y Padre de toda la humanidad. Como sus obispos, no estamos aconsejando salirnos del mundo o alguna clase de adormecimiento de nuestras responsabilidades ciudadanas. Simplemente nos recordamos de nuestra ciudadanía final, nuestra lealtad final, nuestra esperanza final, y nuestra paz final.
Junta de Obispos
Iglesia Metodista Libre

--USA